Un traumatismo cervical menor se caracteriza por no ser susceptible de verificación médica complementaria, esto es, por el uso de pruebas médicas como una electromiografía o una resonancia magnética. Se diagnostica mediante la base de la manifestación subjetiva del lesionado, que declara la existencia de dolor; sucede por tanto cuando hay sólo dolor cervical y no contracturas musculares o una rectificación de la lordosis cervical. A partir del 1 de enero de 2016 estas lesiones se indemnizarán como lesiones temporales  y siempre que se aplique el criterio de causalidad establecido, en el que la naturaleza del hecho lesivo produce el daño correspondiente.

El traumatismo cervical menor en un concepto recientemente recogido en el nuevo Baremo de 2016.

¿Puedes reclamar una indemnización por traumatismo cervical menor de la columna cervical? 

Para poder reclamar una indemnización por este tipo de traumatismos, se requiere que se cumplan cuatro criterios. No obstante, se debe estudiar cada caso por separado y no realizar una interpretación restrictiva de la norma. Estos criterios de causalidad o requisitos necesarios para que se reconozca una indemnización, según el Baremo de 2016 son los siguientes:

1. Exclusión, es decir, que no exista otra causa que justifique la lesión.
2. Cronológico o temporal, es decir,  que los síntomas aparezcan en tiempo explicable o razonable. Para la medicina legal se exige que la sintomatología se haya manifestado dentro de las 72 horas del accidente y que se haya atendido al lesionado en un centro sanitario dentro de ese periodo.
3. Topográfico, es decir,  que haya una relación entre la región lesionada y la lesión sufrida.
4. Intensidad, es decir,  en la adecuación entre la lesión sufrida y el mecanismo de su producción, teniendo en cuenta la intensidad del accidente y las demás variables que afectan a la probabilidad de su existencia. Puedes consultar nuestra sección específica sobre colisiones a baja intensidad.

 ¿Qué es? Su concepto y la indemnización del traumatismo cervical menor según el Baremo de accidentes

Desafortunadamente, el nuevo Baremo del 2016 también prevé que  las SECUELAS que derive de un traumatismo cervical menor se indemnizan sólo si un informe médico concluyente acredita su existencia tras el período de lesión temporal. Es decir, no quiere decir que ya no se indemnicen las secuelas por latigazo cervical si no que hace falta que exista un informe concluye que así lo recoja ya puede ser un informe de alta en rehabilitación o preferentemente, un informe médico pericial. Las secuelas que puede quedar este tipo de traumatismos cervicales son las siguientes:

• Secuela de Algias postraumáticas cronificadas y permanentes.

• Secuela de Síndrome cervical asociado

• Secuela de Agravación de artrosis previa 

De la misma manera, tienes derecho a reclamar una indemnización en caso de latigazo o esguince cervical, tanto si el siniestro que lo ocasiona es un accidente laboral (o “in itinere”, es decir, durante el viaje de ida desde su casa al trabajo o durante la vuelta del trabajo a casa) como si no lo es.

Este tipo de lesiones se suelen producir en las ciudades como Madrid por distracciones de los conductores o por no respetar la distancia de seguridad (por ello siempre debemos mantener una distancia de seguridad, respecto al vehículo que nos precede, de un mínimo de 2 segundos en zona urbana y de 3 segundos en carretera o autopista). Los accidentes de tráfico que causan un latigazo cervical, por regla general, no requieren que se tenga que acudir de inmediato al Hospital, ya que este tipo de accidentes que lo causan (“colisiones por alcance”) se suelen producir a velocidades inferiores a 30 km/h.  Además es un dato curioso, que la mayoría de accidentes con latigazo cervical se produzcan en núcleos urbanos entre semana (más del 80%). Los reposacabezas correctamente regulados y la posición de los asientos son elementos claves para reducir el impacto lesivo que provoca el latigazo cervical en accidentes de tráfico.