El importe que se puede cobrar por una secuela en un accidente dependerá de varios factores, como la gravedad de la lesión, el grado de afectación de la vida diaria de la persona lesionada, el impacto económico que haya sufrido, entre otros.
La Ley 35/2015 establece un baremo de indemnizaciones que fija una cantidad máxima para cada tipo de secuela, que va desde los 800€ para las lesiones más leves hasta los 1.075.000 euros para las lesiones más graves e irreversibles. Sin embargo, estos importes máximos solo se aplican en casos muy concretos y extremos, y en la mayoría de los casos, la indemnización que se puede obtener por una secuela será menor.
El baremo establecido por la Ley 35/2015 para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de circulación contempla una escala de valoración de secuelas que va desde 1 hasta 100 puntos. El valor máximo que se puede alcanzar en el baremo es de 100 puntos de secuela.
Además, es importante tener en cuenta que la indemnización por una secuela no solo cubrirá los gastos médicos y de rehabilitación, sino también los perjuicios económicos y personales sufridos por la persona lesionada, como la pérdida de ingresos o la afectación a su calidad de vida.
En cualquier caso, la valoración de las secuelas y la determinación de la indemnización correspondiente es un proceso complejo que debe ser realizado por un especialista en la materia. Por ello, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en accidentes de tráfico que pueda guiar a la persona lesionada en todo el proceso.